Durante la ceremonia de reconocimiento al nuevo director general de la Policía Nacional, brigadier general William Oswaldo Rincón Zambrano, en la escuela de cadetes General Francisco de Paula Santander, el jefe de Estado aseguró que “mi orden como comandante supremo de las Fuerzas Militares y de Policía de Colombia es que no se le debe dar descanso (…) a la tarea de perseguir la compra de votos en Colombia en estas elecciones, que ya prácticamente arrancan”.
En su intervención el mandatario denunció que la compra de votos en el país se realiza generalmente con dinero “de la corrupción, robándose el Estado, o del narcotráfico, que lo tiene y mucho”.
“Al comprar al elector pobre y esclavizarlo detrás de ponerle una X en el tarjetón a una persona de la cual no tiene ni idea quién es, ha hecho que muchas instituciones del Estado, a partir de ese simple hecho, terminen en riesgo de ser cooptadas por el narcotráfico”, dijo.
Para el presidente es evidente que las alianzas entre políticos y criminales, que él denunció cuando fue senador, han generado muchos muertos en Colombia y esa alianza es la que les da poder a los criminales.
Aseguró además que esto repercute en la existencia del crimen organizado, por lo que sentenció: “El crimen desde el Estado es la compra del voto, la compra de un simple voto a un ciudadano humilde con necesidades que cree que esa es la manera más fácil para poder comer ese día él y su familia, pero que empeña a la nación”.
En este sentido, le manifestó al nuevo director de la Policía que “quiero que la actividad de la Policía en las elecciones, además del cuidado general de candidatos, (sea) el poder tener los territorios bajo absoluto control, para que no las saboteen”.
En tal sentido exigió un plan especial, que sería el primero en la historia de Colombia “para perseguir, detener, capturar a los compradores de votos en este país”.
“Que la política sea libre, cualquiera que sea el resultado; esa es la democracia. Que lo que quiera votar el elector o la electora, como se le dé la gana, sea lo que en realidad se produzca en las urnas, pero en ninguna manera millones de colombianos llevados como esclavos y rebaños a las urnas a votar por desconocidos, simplemente porque les dieron un billete de 50 mil o uno de 100 mil”, anotó.
Para lograr este objetivo, el presidente ordenó que se implementen planes de inteligencia para que se detecten los lugares donde se compran votos. Eso, dijo, debe realizarse antes de elecciones para identificar a “las personas con nombres propios que están dedicadas a esa tarea de la compra de votos, al servicio de algún tipo de campaña criminal, que esconde (a los) criminales que quieren llegar a hacer leyes en Colombia”.
Enfatizó que “comprar votos es un delito electoral y está en el Código Penal, es deber de la Policía capturarlos, no abrazarlos; es deber de la Policía no mirar al lado, no escuchar cuando se hacen las denuncias sino ir y garantizar elecciones libres en Colombia”.
Amenazas externas
En su intervención, denunció que al país están ingresando grupos “para intentar desestabilizar, a partir de violencia, las elecciones”.
Según el presidente, existen “grupos que quisieran volver las elecciones un espacio para confrontar el Estado de Colombia, el Gobierno de Colombia, asesinando, poniendo en riesgo la elección, la decisión libre y genuina de los colombianos y las colombianas”.
Reveló que ya tiene información sobre esta situación y que se la entregará al general Rincón, para que verifique y se tomen las medidas necesarias.
“No podemos dejarnos desestabilizar. De una u otra manera Colombia es el faro firme en el Caribe y en los Andes, en toda América Latina, y faro firme tenemos que seguir siendo. Desestabilizarnos sería desestabilizar toda la América Latina y el Caribe, y ese no es el propósito de los hijos de Bolívar”, concluyó.

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