lunes, 7 de julio de 2025

Colombia regresa al Consejo Directivo de Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO)

Foto: MinAgricultura
Después de tres décadas de ausencia, Colombia vuelve a ocupar un asiento en el Consejo Directivo de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), un logro que marca un nuevo hito para la transformación agraria y el fortalecimiento de las políticas públicas en torno a la tenencia justa de la tierra y el desarrollo rural.

El anuncio fue realizado por la ministra de Agricultura, Martha Carvajalino, tras su participación en la 44° Conferencia de la FAO, celebrada en Roma la semana pasada.

“Colombia recupera su asiento en el Consejo Directivo de la FAO. Esta es una oportunidad para posicionar la agenda de la Reforma Agraria, el desarrollo rural y la construcción de sistemas agroalimentarios justos, resilientes y sostenibles”, declaró la ministra.

La presencia de Colombia en este órgano directivo de la FAO le permitirá incidir directamente en la formulación de políticas globales relacionadas con la agricultura sostenible, la seguridad alimentaria y el cambio climático, en un momento en que el país adelanta una ambiciosa reforma agraria.

Carvajalino subrayó que la política agraria del Gobierno está alineada con los grandes retos globales: combatir el hambre, enfrentar el cambio climático y construir paz a partir de la distribución equitativa de la tierra.

“La justicia agraria en Colombia ha llevado a que el sector agropecuario crezca en un 8,1 % en la última anualidad. Nuestra política es similar a la de otros países que buscan transformar una estructura agraria inequitativa en una resiliente, sostenible y justa”, sostuvo.

Ventajas estratégicas para Colombia

Con su regreso al Consejo Directivo, Colombia no solo gana visibilidad internacional, sino también herramientas clave para consolidar su liderazgo regional. Entre los beneficios se encuentra el acceso preferente a fondos de cooperación como el Fondo Fiduciario de la FAO, así como la posibilidad de proponer y respaldar iniciativas adaptadas a sus necesidades y prioridades rurales.

Además, el país podrá compartir sus avances en conservación de biodiversidad, protección de semillas nativas y fortalecimiento de los sistemas agroalimentarios sostenibles, especialmente de cara a la próxima II Conferencia Internacional de Reforma Agraria y Desarrollo Rural +20.

Colombia llega a esta instancia respaldada por logros como el crecimiento económico del agro, el reconocimiento del campesinado como sujeto de especial protección constitucional y una estrategia activa de gestión de tierras para comunidades campesinas, indígenas y NARP (Negros, Afrodescendientes, Raizales y Palenqueros).

Con este paso, el país se posiciona como un actor importante en la transformación de las políticas agrarias globales, reafirmando su compromiso con un modelo de desarrollo rural justo y sostenible.

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