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| Por: Miguel Cárdenas |
Es una verdadera fiesta de
alegría, de reconciliación con la vida,
de orgullo, de patriotismo de nacionalidad, de sentimiento Colombiano de
reconocimiento por nuestros ídolos futbolistas, por nuestra juventud, por el
ejemplo de lo que significa la unión, el
trabajo de equipo, el respeto por la dirigencia y por el liderazgo. Valores que
deberían estar presentes en cualquier conglomerado, pareja, familia, empresa,
grupo de trabajo, fundación, barrio, ciudad, sociedad, país etc. Y que triunfos
futboleros como este, o como la vuelta a Italia nos los recuerden y nos saquen a flote
sentimientos innatos en el ser humano de
amor, de unión y admiración, que nos
contagian cada célula cada poro y que provoquen que cada latido de la mayoría
de los colombianos transpire amor incondicional por este grupo de hombres q nos
reconcilia con la vida y con la humanidad, en un país donde a veces la mano del
creador parece q nos negara la felicidad, bien puede ser una bendición.
